15 de junio de 2009

EL PATITO FEO EN VALENCIA (ESPAÑA)



Soy Matilde Donfrancesco y en el marco de la 2ª edición del curso online, he realizado una actividad con 9 niños de 5 años del colegio San Juan de Alicante en una clase que ya conoce el Proyecto Noria y su protagonista Juanita a través de Cristina Signes. Los temores iniciales fueron muchos: primero entre todo, afrontar el trabajo en una lengua que no es la mía (soy italiana), en un contexto que no se conoce bien y con un programa que se controla desde hace poco tiempo. ¿Cual fue el mejor momento? Salir de la clase con la sensación de haber hecho algo bonito, algo que se quiere compartir y repetir lo más pronto posible; la necesidad de investigar una comparación sobre la experiencia para que el trabajo no se concluya una vez acabada la sesión, pero sigua mejorando gracias a las ajenas sugerencias. Un círculo, una Noria que sigue girando.

Actividad: La sesión se abrió gracias a una amiga: Juanita, la que me había pedido volver hacia ellos para compartir una breve aventura. Este pequeño estratagema ha hecho que los niños interiorizaran y justificaran mi presencia con ellos por pocas horas. Elegí la lectura del “Patido Feo”, preguntando, antes de iniciar, que entendían ellos por feo. Dieron diferentes respuestas, intercambiándose pareceres entre ellos e indudablemente lo que más me ha fascinado ha sido ver a niños tan pequeños ya hábiles en el activar un diálogo entre iguales. A un estímulo determinado enseguida siguieron muchas respuestas e igualmente preguntas hechas por los niños mismos a sus compañeros.
-”¿Feo quiere decir que es diferente?”
”No diferente sino que no es igual. Y puede ser feo.”
-”¿Pero feo para todos?”
”Si”
”No, lo que a mi me gusta puede ser que a ti no te guste.”
”Es verdad, por ejemplo para mi hermano mi bicicleta es fea, para mi no.”


Claramente los estímulos dados por el enseñante hacia un grupo de niños tan pequeños tuvieron que ser mayor ("¿que piensas tú de lo que ha dicho...?"”¿Para todos es asì?) y bien estructurado, pero fue interesante ver como lograran solo a crear breves cambios dialógicos superando en parte su egocentrismo natural.

La lectura de la historia no ha sido acabada pero cortada en su punto crucial: "..y el patido se marchò." He preguntado a los niños de inventar, dibujándolo, el desenlace de la historia. Cada niño ha ideado un final que luego fue contado y compartido con el resto de la clase. Al respeto, antes de iniciar, les he dado algunos estímulos: ¿Donde va el patito?, ¿Quien encuentra?, ¿Como se acaba su historia? Aquí vemos algunos ejemplos de momentos dialógicos dados por el cuento desde los desenlaces hecho por cada niño:
Matilde: “¿Que pasa a tu patito Paula?”
Paula: “El patito se marcha en coche. Quería encontrar una piscina y lo viò una niña que quería matarlo.”
Matilde:”¿Matarlo?¿ Porque?”
Ruben: “¿Pero matarlo y cazarlo o cazarlo sin matarlo?” (pregunta hecha directamente a la compañera por el niño)
Paula: -lo piensa un poco-“Cazarlo sin matarlo.”
Alejandro: “¿Como se puede cazar sin matar?”
Paula: “Por ejemplo con un abujero en el suelo. El animal se cae y no muere”

Matilde: “¿Qué hace aquí el patito?”
Raquel: “Se va a un río con patidos grises también”
Ruben: “¡Pero el pato que has dibujado es amarillo!”
Raquel: “Porque ha cambiado de color, ahora los otros estan grises y el no.”
Matilde:”¿Y el pez que has dibujado es amigo también?”
Raquel: “Si, es amigo del pato también.”
Tony:”¿El pez tiene agua por dentro?” (Raquel había dibujado un pez totalmente azul)
Raquel:”Porque está bebiendo”
Tony: “Si tiene el agua dentro no puede beber más!”
Cristina(maestra): “¿Tony tu bebes agua?”
Tony:”Si,¡ pero no tanta!”
Cristina:”¿Y como sabes que es mucha?”
Tony:”Porque la tiene por dentro y por fuera también.”
Raquel:”¡Pero esto es el río!”
Matilde: “¿Qué pasa Raquel? ¿Qué piensas tú de lo que ha dicho Tony?”
Raquel: “Es que el pez también es azul.”


Ningún de los niños ha contado la historia de un Patito Feo que se convierte en un cisne, todos han inventado finales nuevos y sorprendentes. La actividad ha salido bien, los niños han participado y han jugado con el patito con mucho entusiasmo y gana de escuchar. Han demostrado ser capaces de quedarse en silencio escuchando las palabras de los compañeros e interveniendo sobre las ajenas historias. Impresionante si se piensa que no fuimos en contacto con un grupo de adultos, pero con niños de 5 años que se enfrentaron y se intercambiaron opiniones inherentes al tema. Un tiempo después, escuchando la grabación hecha con los niños me he dado cuenta de algunos aspectos sobre los cuales, en el futuro, tendré que hacer mayor caso: detenerse más sobre las preguntas y dar a los niños más tiempo para contestar, intentar pensar menos a lo que se ha planeado y dejarse transportar por los pensamientos de los niños, pero sobre todo aprender a escuchar, tener mil orejas abiertas por todos y coger todos los estimulos.
“Un buen oyente es un explorador de mundos posibles. Las señales más importantes para él son las que se presentan, al mismo tiempo, como irrilevantes y molestas a la conciencia, marginales y irritantes porque incongruentes con sus mismas certezas.” (Marianella Sclavi.
__________________________________________________________________________________